Los milagros existen: la sub-20 está más que viva en el Suramericano.

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Un gol de Éver Valencia en el minuto 86 le dio a Colombia el triunfo 1-0 frente a Brasil.

El estallido de alegría de los suplentes de Colombia apenas el árbitro Gery Vargas pitó el final del partido tiene toda la justificación. La selección sub-20 volvió a jugar mal, volvió a sufrir, pero esta vez logró sacar un resultado que la deja viva, muy viva, en la ruta hacia el Mundial Juvenil de Corea del Sur.

El equipo de Carlos ‘Piscis’ Restrepo terminó aprovechando la oportunidad de derrotar a los suplentes de Brasil. Apretadamente, sin que le sobrara nada, con muchas deudas aún en el funcionamiento. Pero ganó, y ese 1-0 la deja con todas las opciones de clasificar a la fase final del Suramericano de Ecuador. Empata absolutamente en todo con la selección local y con Paraguay, luego del triunfo guaraní 2-1 frente a Chile, a primera hora.

Si Colombia gana este jueves, estará clasificado sin depender de nadie. Si empata, deberá esperar a que haya un ganador entre Ecuador y Paraguay, o que, si igualan, sea por menos goles para evitar que su suerte la decida una moneda. Y si pierde, pues se devolverá a casa y será la primera vez desde 1999 que una selección colombiana no avanza a la fase final del sub-20.

En el primer tiempo, Colombia mostró un poco más de orden que en el debut frente a Paraguay y que en la desastrosa noche del viernes contra Ecuador. Hárold Balanta como zaguero central al lado de Carlos Cuesta, Daniel Rojano en lugar del suspendido Kevin Balanta y Michael Nike Gómez como reemplazo del goleador Damir Ceter, más el ingreso de Luis Fernando Díaz en el lugar de Julián Quiñones.

En resumen, un equipo nuevo. Brasil, que cambió prácticamente toda su nómina, no se esforzó mucho. Atacó poco y nada. Y Colombia tuvo el control del partido, aunque sin generar muchas opciones de gol. Gómez tuvo un mano a mano y la tiró por encima. Obregón sorprendió con un remate de media distancia al portero Cleiton. Y el ‘Cucho’ Hernández, terminando el primer tiempo, remató desde fuera también, aunque sin dirección. Eso fue todo lo que hubo para contar en esa mitad del partido.

Brasil decidió meterse un poco más en el partido y el técnico Rogerio Micale, el mismo que ganó por fin el oro olímpico el año pasado en Río, decidió mandar a dos de los titulares a ver si podía lograr algo mejor, Leo Jabá y Dodó. Colombia volvió a parecerse más al equipo dubitativo de los primeros juegos. Y para completar, el juez Vargas se comió un penalti, por una mano grosera de Maycon.

Colombia parecía apuntarle más al 0-0 para jugársela toda en la última fecha. Hasta que apareció un tiro libre de costado, a cuatro minutos del final. Éver Valencia metió el zurdazo y Cleiton, que intentó rechazar con los puños, siguió derecho. La pelota también, hacia el arco. Los milagros existen. Colombia sigue sin jugar bien, pero está viva, muy viva, en busca de la clasificación.

tomado de www.eltiempo.com

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