Radiografía del próximo rival de la Selección. Ha perdido solidez defensiva.
Chile continúa en un proceso ya largo de transición desde el equipo de Jorge Sampaoli al actual, de Juan Antonio Pizzi. Ya no es tan contundente como antes, pero sigue siendo un equipo peligroso, lleno de individualidades, y de respeto para Colombia, que lo enfrentará este jueves en Barranquilla, por la eliminatoria al Mundial de Rusia.
Esta Chile ha ido cambiando y aún no se consolida. Ahora es un equipo menos letal y que ha afrontado dificultades en la última etapa de la eliminatoria: sufre en los primeros tiempos, recibe goles de media distancia, le cuesta reponerse a un gol en contra, y aún le cuesta jugar de visitante. Sin embargo, tiene jugadores capaces de resolver partidos y que meten miedo en el ataque. Y es una selección de mucha experiencia.
Chile al detalle
Chile juega con un sistema táctico 4-3-3. Es el sello que imprimió Pizzi a su llegada. Basa su fortaleza ofensiva en la salida al ataque de los dos laterales, Isla y Beausejour, que son constantes dolores de cabeza para cualquier rival.
Es un equipo al que le gusta la presión constante y tan pronto recupera la pelota ataca con voracidad, con muchos hombres apoyando. Como no hay un diez –a Pizzi no le gusta el 10 clásico y por eso prescindió de Jorge Valdivia–, evitan las pausas, así que hacen pases largos, con cambios de frente, descargando en las bandas con sus intrépidos laterales y buscando casi siempre a Sánchez o a Vargas, dos depredadores del gol. Ellos son dos armas principales del equipo y generan mucho peligro, aunque el otro jugador clave es el mediocampista Arturo Vidal, que tiene recuperación, manejo de la pelota y gol: anotó los 3 que llevan en los últimos 4 partidos.
Chiristian González, del diario La Tercera de Chile, analiza como el punto más positivo del seleccionado chileno su experiencia. “Tiene jugadores que vienen jugando juntos hace mucho. Se conocen casi que a la perfección. También está el compromiso defensivo, marcando en bloque y con gran colaboración. Y naturalmente, las individualidades, con jugadores de nivel mundial como Vidal, Sánchez y Bravo”.
Sin embargo, en los últimos cuatro partidos de la eliminatoria, que son los que lleva Pizzi después de ganar la Copa América Centenario, han sido más los puntos negativos, perdió con Paraguay (2-1) y Ecuador (3-0), de visitante, y de local venció a Perú (2-1) y empató con Bolivia (un 0-0 que en el escritorio pasó a ser 3-0). Le han hecho 6 goles. El momento del DT no es de tranquilidad.
Los puntos débiles
El propio Pizzi reconoce las fallas que han tenido en esta etapa. “La falencia pasa por el finiquito, por concretar las situaciones que generamos”, dijo cuando perdieron con Paraguay y empataron con Bolivia.
Chile se ha vuelto más vulnerable. Le están ganando los espacios en la mitad, porque en su afán de atacar deja zonas baldías. Eso lo aprovecharon Paraguay y Perú, que le anotaron con remates desde fuera del área, porque encontraron debilidad en la marca.
Ecuador le desnudó otros problemas, pues lo atacó por las bandas y le hizo doblajes a sus laterales, impidiéndoles salir al ataque. “Nos superaron en las individualidades, en los balones largos y en la posesión”, dijo ese día Pizzi.
Enzzo Garrido, periodista de El Mercurio de Chile, analizó otros factores negativos del equipo de Pizzi. “Esa presión incesante de la mitad ya no se ve. Está regalando el balón, y eso no era normal. Carece de sorpresa cuando se le cierran las defensas. Pero la gran carencia de Chile es la disciplina para defender. Le anotan casi en todos los partidos, y antes eso no era tan común. Además, los laterales, que son arma de ataque, dejan al equipo un poco descubierto y son doblados con facilidad”, agregó.
Por si fuera poco, el propio Pizzi ha reconocido que su equipo no ha entrado conectado y tarda en meterse en los partidos. Además, en los últimos juegos se ha visto que Chile no se repone fácil de un gol. Paraguay le anotó los dos goles en los minutos 5 y 8. Ecuador le marcó al 18 y al 22.
Chile ya no es la Chile que ganó la Copa América del 2015. Ahora está dando más ventajas, pero le sigue gustando presionar, atacar e imponer condiciones. Busca recuperar su identidad.
tomado de www.eltiempo.com
