El británico ganó la etapa en Peña Cabarga; el colombiano atacó, lo escoltó y sigue de líder.
No solo se vio este miércoles, se ha visto a lo largo de esta Vuelta a España. La guerra de segundos entre el colombiano Nairo Quintana y el británico Chris Froome está muy interesante, y lo estará en lo que resta de la carrera.
Este miércoles, en la jornada de 168 km entre el Museo Jurásico y Peña Cabarga, el botín de segundos fue para Chris Froome, que ganó la jornada y le descontó al boyacense cuatro segundos.
El pasado lunes, Nairo fue el ganador y le metió 25 segundos a su rival, al igual que pasó en La Camperona, cuando el líder del Movistar ajustó cuentas y le sacó 33 segundos al británico.
El final de este miércoles no fue el mejor para el Movistar. Luego del ataque del colombiano Esteban Chaves, vino el de Nairo, a 700 metros, pero esta vez nada funcionó porque era poco el terreno para sacar a Froome; perjudicó a su compañero Alejandro Valverde, quien cedió el segundo puesto de la general y, en la meta, perdió segundos, pocos, con el ganador del día.
De acá en adelante, la batalla será la misma: Nairo tratando de sacar a Froome de rueda, para asegurarle más tiempo en una general en la que están separados solo por 54 segundos.
Claro que hay terreno donde aumentar la diferencia. El sábado y el domingo deben ser los días señalados por el Movistar para desgastar a sus rivales y lanzar los ataques demoledores, a fin de alejar a Froome, a quien no se le puede permitir llegar a la contrarreloj de la próxima semana sobre 37 km cerca, porque es mejor que todos.
Ese será el tema de los próximos días, en los que se deberá ver a un Quintana atacante y a un Chris Froome a la defensiva, pero con el cuidado de que los papeles se volteen, porque el actual campeón del Tour de Francia también ha demostrado que en la subida ataca.
Este jueves, Movistar tiene un buen bloque, mejor que el de Sky, otra gran diferencia del Tour y esta Vuelta a España; pero eso no es todo, porque falta el frente a frente de sus líderes, quienes son, al fin y al cabo, los llamados a responder por un resultado en la general.
Lo bueno es que falta lo más emocionante: cinco llegadas en alto más y la temida contrarreloj. La guerra de segundos seguirá.
tomado de www.eltiempo.com