Con la sequía de los atacantes convocados recientemente, aparece como opción para la Selección.

Un tema preocupa en la Selección Colombia: los delanteros que se han convocado a los últimos partidos llevan una larga sequía y esa ineficacia genera que se pierdan oportunidades claras de gol y, con eso, puntos vitales en la Eliminatoria al Mundial de Rusia, lo que podría generar incertidumbre hacia el futuro en una clasificación que está bastante apretada.

Hace tres meses, un atacante no se hace presente en el marcador, el último fue Carlos Bacca en el triunfo 0-1 sobre Estados Unidos, en el juego por el tercer puesto de la Copa América Centenario.

Desde entonces, han pasado cuatro partidos, se han anotado 6 goles (uno de ellos un autogol) y se han convocado diferentes nombres para suplir la necesidad goleadora, pero los intentos han sido en vano, sin un desenlace feliz. Ante esto, habría que mirar otras opciones; en la Liga local aparece una carta: Miguel Ángel Borja, atacante de Atlético Nacional, quien a punta de goles se deja ver por José Pékerman, así sea para un acercamiento y observar su trabajo.

En el primer semestre de 2016, estuvo en Cortuluá, luego de un paso infructuoso por Independiente Santa Fe. Fue un nuevo comienzo para el delantero, de 23 años. En el cuadro vallecaucano demostró que, pese a su juventud, es temible en las áreas rivales y terminó como el goleador de la Liga I, con 19 tantos en 21 partidos. Números envidiables, sin lugar a dudas.

Esas presentaciones le valieron fichar por Atlético Nacional, equipo en el que ha venido siendo definitivo. Anotó los goles más importantes para que el conjunto antioqueño se quedara con el título de la Copa Libertadores y ese fue el inicio de una racha positiva, que se confirma en Liga II, Copa Colombia y Suramericana.

Con el tanto conseguido en el empate 1-1 frente a Coritiba, en la ida de los cuartos de final de la Suramericana, Borja, nacido en Tierralta (Córdoba), el 26 de enero de 1993, completó 14 goles en 20 actuaciones con el campeón de América, para un promedio de un tanto cada 110 minutos.

Desde que debutó en Nacional, contra São Paulo, en Brasil (6 de julio), al compromiso del pasado miércoles, Miguel Ángel completó 106 días en el club dirigido por Reinaldo Rueda. En promedio, ha anotado un gol cada 7 días y sus apariciones con la camiseta verde se dividen así: 5 en la Liga local; 5 en la Copa Colombia; 4 en la Libertadores y 6 en la Suramericana. En total, tiene 1.541 minutos acumulados y cada vez que se hace presente en el marcado su escuadra no pierde.

Esas credenciales y registros le dan, sin duda, un aval para pedir estar dentro de la convocatoria para los encuentros de las Eliminatorias Suramericanas frente a Chile y Argentina, del 10 y 15 de noviembre, respectivamente.

Espera su chance

Luego del partido contra Santa Fe en la Copa Colombia, en el que anotó dos goles, Miguel Borja contó que no se ha comunicado con Pékerman para un posible llamado a la Selección, pero dejó claro que trabajará duro para ser tenido en cuenta.

Ante las flojas recientes actuaciones de Bacca, el delantero de Nacional podría ser una posibilidad para tener más delanteros centro en el equipo y no pecar en esas ausencias.

Miguel Ángel Borja nunca ha sido llamado a la Selección absoluta, pero sí ha hecho el camino previo en las categorías anteriores. Su debut fue en el Suramericano Sub-20 de Argentina, torneo que ganó Colombia, y el delantero estuvo presente en 8 encuentros (3 como titular y 5 entró desde el banco), para un total de 274 minutos en cancha. Anotó 3 goles y recibió dos tarjetas amarillas.

Luego, en el Mundial de la categoría en Turquía, tuvo pocas opciones y no tuvo un buen rendimiento. Solo apareció en dos encuentros (57 minutos) y no se reportó con gol para su seleccionado. Su siguiente aparición con la Colombia tuvo que esperar tres años.

Fue para los Juegos Olímpicos de Río, pero antes tuvo que vivir una mala experiencia. Al delantero lo llamaron para completar el grupo que iba a viajar a Estados Unidos para el partido de vuelta de repechaje a las justas y él, ilusionado, alistó sus maletas, pero al día siguiente, al llegar al aeropuerto, le informaron que no había tiquetes a su nombre y finalmente no integró al equipo.

Sin embargo, Borja siguió su buen trabajo y con su destacada participación en la Libertadores se ganó el cupo para estar en los Olímpicos, pero allí no mostró su mejor versión. Jugó 3 partidos (299 minutos) y se fue en blanco. No fue el atacante que se esperaba.

Hoy, las diferentes federaciones suramericanas deberán hacer los bloqueos de los jugadores y Borja espera estar en ese listado y tener la oportunidad de ser solución de gol en la Selección.

tomado de www.eltiempo.com