Aun así es cuarto en la general, pelea por el podio, les recortó a Mollema y a Yates.
Seguro que no es el mejor momento del colombiano Nairo Quintana en el Tour de Francia; dice que está enfermo, pero aun así, sigue en la pelea, no por el título, que ya lo tiene en el bolsillo el imbatible Chris Froome, sino por el podio, lucha que no tiene ni ganada ni perdida, pero que no será fácil, sobre todo cuando en la montaña han respondido más sus rivales.
Este jueves, en la contrarreloj de 17 kilómetros, Froome se mostró intratable, le puso su sello a su tercer Tour, el que celebrará el domingo si no pasa nada. Logró destronar del primer lugar de la etapa al holandés Tom Dumoulin, a quien batió con 30 minutos 43 segundos.
La jornada fue buena para Quintana, porque le descontó segundos Adam Yates, tercero, y a Bauke Mollema, segundo, pero perdió con Romain Bardet y Richie Porte, quinto y sexto, respectivamente, y se le acercan. ¡Entre el segundo y el sexto solo hay un minuto 8 segundos!
Mollema sigue de segundo en la general a 3 minutos 52 segundos de Froome, mientras que Yates está a 4 minutos 16 segundos. Cuarto es Nairo a 4 minutos 37 segundos del británico, por lo que tiene la tercera casilla a 21 segundos y la segunda a 45 segundos.
“Después de la primera subida perdí tiempo, no tuve suficientes fuerzas, pero bueno, tampoco perdí tanto y sigo en la lucha”, aseguró Yates.
Pero no solo el colombiano es el que pelea por el podio, detrás de él también vienen hombres que buscan el mismo objetivo y que le descontaron ayer.
Bardet es quinto en la general y ahora tiene a Quintana a 20 segundos. Porte, que es uno de los mejores que remata el Tour, pierde con Nairo 23 segundos.
El más peligroso es el australiano Porte, del BMC, que llegó como uno de los que le pelearía a Froome el primer puesto, pero un pinchazo a 4 kilómetros del final de la segunda etapa le hizo perder un minuto 45 segundos.
Porte llegó a la recortada etapa del Mont Ventoux perdiendo 2 minutos 22 segundos con Froome y en la casilla 11 de la general, pero de ahí para acá ha tenido buenas actuaciones que lo llevan a soñar con el podio. Si sigue la progresión que trae, no hay duda de que se meterá.
“Todavía hay espacio para mejorar posiciones y estoy dispuesto a luchar para conseguirlo. Estoy en buena forma y hay terreno para conseguirlo”, dijo Porte.
Gran incógnita es la de Quintana, que en la montaña, su terreno, no ha respondido y ha perdido tiempo considerable. Ni él ni en su equipo, el Movistar, saben lo que ha pasado, no tienen una respuesta a lo que sucede, pero a pesar de todo, sigue en la pelea.
El boyacense tiene la opción de hacer su tercer podio en el Tour y a sus 26 años, nada mal, pero sabe que su meta era ganar.
Sin embargo, se encontró con su mal estado y con un Froome inmenso. De los de adelante, Mollema es el que más ha sufrido, porque perdió la rueda el miércoles pasado en la llegada a Finhaut-Emosson, hasta perdió 12 segundos con Nairo, que tampoco caminó. Y ayer también dejó dudas al ceder 15 segundos con el colombiano y dos con Yates.
Este último aguanta. Es el mejor joven de la carrera, pero en la contrarreloj de ayer se le acercaron Nairo, Bardet y Porte y no se ve tan claro que quede dentro de los tres mejores. El tiempo se le agota y las fuerzas también.
Lo importante es que quedan dos etapas duras, la de este viernes con llegada en premio de montaña de primera categoría y la de mañana, con cuatro altos, el último de ellos a 12 km del final, un premio fuera de categoría; dos fracciones que deben aprovechar mejor los que tengan algo en el tanque de reserva.
tomado de www.eltiempo.com