Es el primer hombre campeón mundial juvenil de pesas.
El primer récord olímpico en la historia del deporte colombiano. El primer hombre campeón del mundo de pesas en mayores. Y el primer hombre campeón olímpico de Colombia en toda su historia: Óscar Figueroa, el mejor pesista colombiano de todos los tiempos.
El antioqueño, hijo adoptivo del Valle del Cauca, con lágrimas permanentes demostró la alegría de la medalla de oro. Lloró cuando supo del oro, cuando no pudo levantar el último ejercicio y ya tenía el oro. En cada respuesta en zona mixta. En la rueda de prensa y en el camerino. Fueron lágrimas de felicidad, porque así culminaba 22 años de carrera deportiva, pero ahora lo va a pensar, porque Tokio 2020 está en frente.
Con la medalla colgada, Óscar respondió cada interrogante y manifestó de todo, se desahogó con el oro. Dijo todo lo que tenía que decir, todo lo que tenía guardado y ahora como el más grande que es, pudo con autoridad pedir, decir y hablar.
¿Qué significa esta medalla de oro?
Es una emoción indescriptible, por fin se dio, gracias a Dios, gracias al doctor Jorge Felipe Ramírez, gracias a mi cuerpo técnico, a Coldeportes y a toda la gente que me ha apoyado y a los que no también, sepan que no estoy viejo, eso se llama experiencia y lo demostré en la plataforma, este oro lo confirma.
¿Quiénes fueron sus principales rivales?
Todos los rivales, yo mismo, era un reto personal, un reto de toda mi carrera deportiva que gracias Dios se dio con este oro, es lo mejor que me ha pasado.
El triunfo fue contundente, diferente al de Londres-2012…
No es que haya sido contundente, son estrategias de competencia, había una gran preparación deportiva, una gran labor de mi entrenador, de todo mi equipo.
¿Qué tanto cambió el Óscar de Beijing-2008 hasta este de Río-2016?
Mucho, en Beijing fue bastante frustrante porque me encontraba muy bien, pero faltando dos semanas para la competencia tuve una hernia cervical en la C6 y C7, lo que afectó los nervios de mi mano derecha en la raíz T2 y no me permitió competir, fue corto el tiempo de recuperación y para Londres se pudieron dar los resultados, no como lo esperábamos, pero gracias a Dios fui plata y hoy tengo la de oro, es muy importante, son episodios totalmente diferentes, un momento difícil de mi vida que fue superado, lo superé en Londres y lo sigo superando hoy.
¿Cómo vivieron la competencia, el momento de retiro del rival directo?
Nosotros estábamos muy bien preparados, sabíamos que el chino era el competidor acérrimo, venía muy bien preparado, habíamos planeado con mi entrenador una estrategia de competencia muy perfecta y gracias a Dios se dio.
¿Tenía para levantar el último peso que falló?
Sí, el último ejercicio era para récord olímpico, pero las emociones me pudieron mucho más, ya era campeón olímpico y de igual manera mi récord olímpico seguirá hasta Tokio 2020.
¿Hasta dónde le daba la preparación para levantar?
Mi preparación me daba para levantar hasta 185 o lo que tuviésemos que ir, porque la preparación fue muy ardua, pero primero hay que asegurar la competencia, lo importante no es cuánto se levante, sino asegurar la competencia y la táctica fue esa, salir a asegurar.
¿Qué mensaje le da a Francisco Mosquera?
Que no se preocupe por ello, que tenga toda la fe de que todas las cosas van a salir muy bien, es simplemente que tenga paciencia, en Beijing me pasó los mismo, me desquité en Londres, pero no como hoy que se dio en perfectas condiciones, son momentos difíciles, pero hay que tener la madurez suficiente para afrontar estas situaciones y tarde que temprano los resultados llegan y hoy puede estar llorando de dolor pero mañana también va a reír.
¿Por qué se quitó los tenis al final de la competencia?
Son 22 años de carrera deportiva, ya prácticamente me voy a retirar, por eso me los quité, por la emoción, de buscar esto por tantos años y quería retirarme con una medalla dorada.
¿Y sí se va a retirar?
En el momento fue la emoción, son 22 años, pero si lo voy a pensar para seguirlo en Tokio 2020 y todavía tengo camino por recorrer, el peso de Colombia se siente, todo mi país lo está disfrutando, es una emoción bastante indescriptible, pero ahora quiero terminar mis estudios como empresario y quiero trabajar como dirigente deportivo.
¿Y cómo recibió la compañía de su madre en el escenario y sus familiares?
Igual de emocionante como recibir la medalla, no esperaba que mi madre fuera a estar aquí disfrutando este gran premio de toda mi carrera deportiva de sangre, sudor y lágrimas, a raíz de todos estos largos años, ella ha sido mi motor principal, mi familia y esa alegría es indescriptible como el oro que acabo de obtener.
¿Qué pide como medallista de oro olímpico?
Le pido al señor Presidente que aprueben la Ley del deporte, con los ajustes y correctivos pertinentes que garanticen una sostenibilidad para los deportistas, de igual manera que apruebe un presupuesto para la terminación del Centro de Alto Rendimiento Oscar Figueroa de Cali, para que los niños puedan preparase allí.
¿Cuando soñó que podía ser medallista de oro olímpico?
Cuando María Isabel Urrutia obtiene la medalla de oro en Sidney, en ese momento me mentalicé y perfilé para ello.
tomado de www.elpais.com
Published by: Editores Salsa y goles