El volante aprovechó una doble pared con Bacca para darle 3 puntos a la Selección.
Hay que comenzar por el final, sin ninguna duda. Ya corría el primero de los cuatro minutos de reposición que dio el árbitro chileno Julio Bascuñán. Carlos Bacca, que ya recibía el azote de las redes sociales, otra vez, se juntó con Edwin Cardona. Tuya y mía, tuya y mía. La doble pared dejó al jugador del Monterrey de México de frente al arco de Diego Barreto. Y Cardona definió con un globito. ¡Golazo, golazo de Colombia! ¡Tres puntos claves en Paraguay, un premio gordo!
El 0-1 final en el Defensores del Chaco selló el quinto triunfo seguido de Colombia en ese escenario en partidos de eliminatoria para el Mundial. Pero esta vez tiene un sabor diferente. En 2001, 2005 y 2009 no sirvió de nada, porque Colombia quedó afuera del Mundial. Y en 2013 fue el paseo de la victoria, luego de haber asegurado la clasificación a Brasil 2014 en Barranquilla. Esta vez se logró en un ambiente poco amigable, con estadio lleno, con una hinchada que quiso meter miedo desde el comienzo, a punta de pólvora, cuando sonaba el himno de Colombia, y esa misma actitud la tuvieron los jugadores paraguayos, que empezaron a pegar y pegar.
Las ausencias de Daniel Torres y, sobre todo, de James Rodríguez obligaron al técnico José Pékerman a buscar otro tipo de juego. Le apostó a una fórmula similar a la que aplicó en Santiago, frente a Chile, y en La Paz, frente a Bolivia. Línea de cuatro zagueros, con el refuerzo del gigante Yerry Mina para contrarrestar la opción del juego aéreo paraguayo, que no se notó. Delante de ese muro, tres volantes de recuperación, con los dos bastiones del medio campo que quedan de la época del Mundial de Brasil, Carlos Sánchez y Abel Aguilar, reforzados con Wílmar Barrios. Por las bandas, estaban Juan Guillermo Cuadrado y Luis Fernando Muriel. Y arriba, solo contra el mundo, Carlos Bacca.
La ausencia de un volante de creación (o de un media punta que pisa el área y riega la cancha de talento, como James) hizo que Colombia le apostara a otro tipo de juego. Al choque, a la lucha, a la fuerza, a tratar de jugar con pases largos. Y Paraguay jugó más o menos a lo mismo, con dos líneas de cuatro y dos atacantes que tuvieron muy poca ayuda desde la mitad del campo. Por eso, el juego fue muy, muy intenso, pero con muy poco peligro en las áreas. Con todo y eso, Colombia tuvo una opción arrancando el partido, con un balón que Luis Fernando Muriel mandó al área y no encontró a Carlos Bacca, que llegó un segundo tarde, y después, el árbitro Bascuñán se comió un penalti a favor de los visitantes, en una falta de Gustavo Gómez a Cuadrado: el colombiano exageró en la caída y tal vez por eso el juez no sancionó la falta.
Minutos de nervios
Francisco Arce, el técnico de Paraguay, movió su equipo para tratar de mover la defensa colombiana, que pudo haber tenido los 45 minutos más sólidos de toda la eliminatoria para Rusia 2018. Primero, sacó a un volante, Cristian Riveros, y metió a un jugador de ataque, Derlis González. Y luego, sacó a Jorge Benítez, un delantero con más papel de acompañante que de rematador, y mandó a la cancha a otro 9, Lucas Barrios. Colombia, que mantuvo el mismo equipo con el que arrancó, comenzó a sufrir un poco el desgaste del esfuerzo del primer tiempo y Paraguay metió algunos sustos. Farid Díaz sacó una pelota de la raya y David Ospina, cómo no, volvió a ser hombre clave al atajar un remate de Óscar Romero.
Pékerman parecía conforme con el esquema que puso de entrada. El primer cambio fue un refuerzo en la zona de marca. Sacó al más joven de los tres, Wílmar Barrios, y mandó al campo a Alexánder Mejía, otro de los mundialistas. Y luego trató de encontrar soluciones a la falta de brillo a la hora de atacar. A los 76 minutos, Edwin Cardona entró por Muriel, que hizo un gran desgaste. Y luego, mandó a Orlando Berrío en lugar de Juan Guillermo Cuadrado, que se fue muy cansado y muy golpeado, porque los paraguayos le pegaron bastante…
El partido estaba cantado para el 0-0. Hasta que Bacca, que había luchado todo el partido en solitario, que tuvo que hacer un papel en el que no se siente cómodo, al recibir casi siempre de espaldas al arco, se juntó con Cardona. Y el volante paisa, tal como lo hizo contra Perú en Barranquilla, tal como lo hizo contra Bolivia en La Paz, marcó y puso a celebrar a sus compañeros. En promedio, es el goleador de Colombia en la eliminatoria: lleva los mismos goles de James y Bacca, pero con muchos menos minutos en la cancha (375, contra 540 de James y 677 de Bacca). Y así, Colombia sacó el premio gordo en Asunción.
tomado de www.eltiempo.com